Experiencias en el manejo de catéteres femorales

El manejo del aceso femoral

El acceso femoral consiste en la inserción de un catéter en la vena femoral, ubicada en la región inguinal. Estos dispositivos pueden ser tunelizados o no tunelizados, y su elección depende principalmente del tiempo que deben permanecer implantados.

Según las recomendaciones de expertos y asociaciones internacionales (1), el abordaje femoral se asocia con un mayor riesgo de infección; sin embargo, ofrece un acceso sencillo mediante ecografía. Se considera una opción en pacientes con vasos de las extremidades superiores inadecuados, en situaciones de emergencia o cuando se requiere un acceso de corta duración.

Este acceso no se considera la primera elección en pacientes oncológicos; sin embargo, algunos avances han mejorado la experiencia con esta vía, como el uso de la ecografía para la evaluación y punción de la vena femoral superficial y la vena femoral común, la adopción de técnicas de tunelización para optimizar la ubicación del punto de salida, la correcta colocación de la punta mediante ecografía y la adaptación de los catéteres centrales de inserción periférica para uso femoral.

Algunos autores han publicado experiencias exitosas en el manejo de pacientes con difícil acceso por otras vías, que requieren un acceso venoso central para la administración de medicamentos, nutrición parenteral u otras terapias intravasculares.

La utilización de técnicas avanzadas, que incluyen la inserción guiada por ultrasonido, la tunelización y la confirmación de la punta, han demostrado que los accesos femorales pueden ser una buena opción para los pacientes con disminución en las complicaciones en la terapia de infusión. 

Según el estudio de Parejo y colaboradores, los catéteres femorales se estabilizaron subcutáneamente y se siguieron las prácticas recomendadas por las guías internacionales, lo que se asoció a un menor riesgo de trombosis. En este contexto, la planificación preventiva, como el uso de un punto de salida tunelizado ubicado más lejos de la mitad del muslo, podría ayudar a reducir el riesgo de extracción accidental de este tipo de catéteres (2).

Esta experiencia confirma que para los pacientes oncológicos, esta es una opción debido a su seguridad, facilidad de inserción, verificación fiable de la punta y la reducción en la tasa de complicaciones como infecciones y trombosis.

En los casos en que el acceso en la parte superior del cuerpo no resulta viable, las venas de las extremidades inferiores constituyen una alternativa adecuada, especialmente cuando se aplican protocolos, estrategias preventivas bien diseñadas y profesionales sanitarios capacitados en el proceso de inserción y mantenimiento.

Referencias

  1. Keogh S, Britt Meyer F, Mary Jo Sarver N bc, Rachael Crickman V bc, Jenny Ong R, Simon Clare P, et al. Infusion Therapy Standards of Practice 9th edition 2024 [Internet]. Available from: www.ins1.org
  2. Parejo Arrondo MT, Griso Jurado B, Bayona Escat L, Ortiz-Miluy G, Grau Farrús IC, Gumà J. Performance and safety of Femorally Inserted Central Catheters in oncological patients: A cases series analysis. The Journal of Vascular Access. 2025;0(0). doi:10.1177/11297298251375510.
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